Adjunto dos artículos aparecidos estos dos últimos días en el diario El Mundo sobre la Agencia Tributaria y las múltiples dimisiones, incluida la del jefe de la Inspección, el señor Luís Jones, por las constantes injerencias por parte del Ministro de Hacienda, el señor Montoro, y su partido. Injerencias como la ayuda y trato de favor de la Agencia Tributaria a la Infanta Cristina aceptando unas facturas, que en su día ya fueron desechadas por fraudulentas, para evitar que la cantidad defraudada pudiera ser considerada por su importe un delito fiscal. O el cese fulminante de la inspectora que desestimó el recurso de la cementera Cemex por una sanción de 450 millones de euros.
En este país no se valoran excesivamente a determinados funcionarios públicos, ¿pero a caso no sería mejor que ciertos trabajos los desempeñaran funcionarios de carrera que no hayan sido puestos a dedo por quienes mandan, obligándoles con ello a bailar al ritmo que les marque el político de turno y pudiendo ser revocados de sus cargos a capricho si no acatan las órdenes, como ha ocurrido?
MSNoferini 